Compartimos este video con nuestros visitantes, por ser un mensaje de estímulo a la Auto-Estima, a la perseverancia y a convertir las amenazas en oportunidades .

Una Decisión personal acertada para vivir más y mejor, ante un escenario de menos vida que no se puede controlar, por lo menos en el ahora.

Además, consideramos que el mismo puede ser usado como un recurso de capacitación, para despertar emociones y reflexiones, dentro de un contexto absolutamente sociológico, sin invadir el yo personal....¡Disfrútenlo!.

¿Quién fue Randy Pausch?

El profesor Randy Pausch falleció la mañana del 25 de julio de 2008, por complicaciones del cancer de pancreas que padecía. Pausch, fue inventor de «Alice», un programa para crear fácilmente animaciones en 3D y sabía que estaba muriendo. Ya lo sabía el 18 de septiembre, cuando pronunció su «última lección» en la Carnegie Mellon University, un discurso convertido en un vendaval de optimismo y vida que azota internet. «Mi padre solía decir que si hay un elefante en la habitación, hay que presentarlo. Pues bien, si pueden ver mis radiografías, tengo diez tumores en el páncreas», empezó Pausch. Al teclear su nombre en Google encontramos medio millón de entradas, incluida su aclamada intervención, un testamento dedicado a sus hijos -Dylan, Logan y Chloe-, a quienes les dijo que «las paredes de ladrillos se interponen en nuestro camino por una razón, para demostrarnos con qué determinación queremos hacer algo». Pausch lució su entusiasmo habitual: «No sé cómo no divertirme. Me estoy muriendo y me voy a seguir divirtiendo hasta el último día». Habló de sus sueños de niño (vivir con gravedad cero, jugar en la NFL o dibujar para Disney) y de sus normas éticas (no perder la capacidad de maravillarse como un niño, ayudar a los demás, nunca rendirse, la lealtad es una calle de dos vías, trabajar duro, no quejarse y trabajar más duro, ser agradecido). Internet recibió la vitalidad de Pausch con entusiasmo. Sus frases («no podemos cambiar las cartas que nos han dado, sólo decidir cómo jugar con ellas») se comentan y repiten, entre el homenaje y la admiración. Sólo la conferencia de Steve Jobs en Stanford en 2005 tuvo una repercusión parecida. Jobs recordó entonces una cita que le marcó a los 17 años: «Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón. Cada mañana me he mirado al espejo y me he preguntado: Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?». Página Web de Randy Pausch (Aún continúa publicada) http://download.srv.cs.cmu.edu/~pausch/